Jaksche: empieza un efecto dominó

El corredor alemán Jaksche (largos años dirigido por Manolo Saiz en la ONCE y el Liberty por cierto) se ha confesado cliente de Eufemiano Fuentes y de su "altamente sofisticado programa de autotransfusiones de sangre" en una entrevista concedida a la prestigiosa y difundidísima revista alemana Der Spiegel. Es el primero de los implicados en la Operación Puerto que canta de plano y yo sólo espero que eso produzca un efecto dominó. Jaksche, encubierto en los archivos de Eufemiano con la clave Bella o como el número 20, era hasta ahora sólo uno más. Desde ahora es algo más que uno más.

Porque hasta ahora era parte del problema; desde ahora es parte de la solución. Como lo fueron antes Manzano, el hombre cuyas revelaciones en AS animaron toda esta dinámica, o Simeoni, ése al que Armstrong, en funciones de gran capo, no dejaba escaparse ni diez metros a partir de que rompiera la 'omertá'. Yo hace tiempo que espero una especie de efecto dominó, un paso en cascada de corredores del lado oscuro al lado bueno. Espero que cada vez sean más los que rompan con su pasado, asuman su parte de culpa y, sobre todo, dejen de cubrir a su médico, que se enriquece sin escrúpulos.

Decía Churchill que una crisis es mitad una catástrofe, mitad una gran oportunidad. El ciclismo sufre por la Operación Puerto, que ha colocado a muchos ciclistas fuera del circuito principal y que ha dado lugar a controversias incómodas y difíciles. Pero al tiempo tiene la oportunidad de asumir que la sociedad ya no tolera el doping, que las casas comerciales se van, que las televisiones se enfrían (Alemania ha duda incluso dar el Tour), que así no se va a ninguna parte. Que ese ciclismo que envenena a corredores y enriquece a directores de equipo y a médicos ya no es de este tiempo.