El Barça se retiró de la lucha por Chivu, pues no se ve capaz de pagarle el dinero que pide, cinco millones de euros limpios a la buchaca. En materia de dineros, el Barça lo que espera es una oferta por Etoo o Ronaldinho para rehacerse después de pagarle al Arsenal 24 kilos por Henry. Que a Laporta le salen las cuentas de su Masserati, pero las del club son otro cantar. Esa oferta le ahorraría además el follón que tarde o temprano se montará entre los morenos, Henry y Messi, el más débil de ego todavía, pero casualmente el mejor de los cuatro.

El Madrid, volviendo a Chivu, trata de rebajar la cantidad que el rumano quiere percibir en concepto de ficha. El jugador sabe que Schuster le necesita (sin Roberto Carlos y casi sin Raúl Bravo el déficit de defensas zurdos es grande en la plantilla) y se hace querer. Acabarán llegando a un acuerdo y el Madrid fichará a un central en serio; desde Gaby Milito, hay que jorobarse, el mejor al que echó ojo. Junto a Metzelder y Helguera pueden resolver por fin el crucigrama que se le atraganta al equipo desde que se fueron Manolo Sanchis y Fernando Hierro. Cannavaro parece que volverá a su Italia natal, donde no debió haber salido ni de vacaciones. Chivu: caro, pero bueno.