Prost lo hizo, ¿por qué no Fernando?

En 1986 Alain Prost lograba su segundo título mundial a costa del accidente sufrido por Nigel Mansell en Adelaida, en la última carrera del año. Con aquella desgracia fueron quince los puntos que le sacó al piloto de Williams en sólo dos carreras. El francés necesitaba trece. Ahora son doce, pero el segundo suma ocho y del tercero en adelante siempre se suma uno más que antes. Así que está difícil, pero no es para hacerse el hara-kiri. Fernando Alonso ha paseado estos días por Tokio y ha desconectado para centrarse en un único objetivo: ganar las dos carreras que quedan en China y Brasil. Después, el destino determinará cómo acaba todo. Si hace 21 años lo consiguió Alain Prost, ¿por qué no va a igualar el asturiano esta gesta?

De momento, el factor sabotaje no estará presente el fin de semana. Al ovetense sólo lo han intentado desestabilizar o le han perjudicado descaradamente después de sonoras victorias. Pasó con el escándalo posterior a Mónaco y también después del triunfo de Nurburgring, en Hungría. Si gana y Lewis termina la carrera de Shanghai cuarto, al inglés le deberían entrar los nervios del abismo de su primer título mundial. Y tal vez entonces le abandone la suerte. El final en Interlagos no es nada sencillo. Es cierto que, de colocarse Alonso a dos puntos antes de la última carrera, en su equipo le harán la vida imposible, y que Hamilton corre bajo un reglamento paralelo. Pero hay que seguir luchando. Ánimo Fernando, el tercero aún es posible.