Este es el tenis: antes del torneo, hubiera sido casi demencial plantearse que la Maria Sharapova de 2007 podría tener siquiera la ocasión de plantear problemas a la Justine Henin de 2007: Sister No Mercy, Hermana Sin Piedad. Pues aquí está la ocasión. Justine llega a la final de hoy con 24 victorias consecutivas. Probablemente no pensó que podría encontrarse antes de la meta las garras de la tigresa Sharapova, tan afiladas. Zarpas, manazas de Maria que acarician el título de maestra... tras destruir a Ana Ivanovic con ese 6-1, 6-2 del viernes. Ese resultado arruinó el torneo para Annika, al exponerla a los tiros de Henin. Pero, si recordamos cómo apaleó a Ivanovic, Sharapova ofrece sensaciones más contundentes.
Además, es pista dura y muy rápida, en la altitud de Madrid. En el cara a cara de la WTA, Henin domina 5-2, pero los éxitos de Sharapova (Miami 05, US Open 06) siempre llegaron en pistas duras, hard, como las de Bradenton, donde Nick Bollettieri formó a Maria: a palo limpio. En tierra batida, Sharapova pierde poderío. Aquí sube de calibre. Y Maria, cuya imagen va planificada hasta para comerse un plátano (a pellizquitos, no a bocaditos, y aunque el plátano no sea Nike), sabe que tiene una ocasión. Sister No Mercy no le regalará mucho más.
