Spanish Liverpool, otro foco de interés

Spanish Liverpool, otro foco de interés

Cada fin de semana la mirada se nos escapa un poquito hacia la Premier, para seguir las aventuras de ese Spanish Liverpool, que es algo así como una colonia del fútbol español en el corazón del Imperio. Una especie de Gibraltar vicevérsico. Ellos tienen la roca, nosotros tenemos el Liverpool. Y lo sentimos como cosa propia, hasta el punto de que nos angustia un poquito el pleito de Benítez con los nuevos dueños (malos enemigos) tanto como nos enorgullecen los goles del Niño Torres, que son un poco de todos, pero especialmente de los atléticos. Es la globalización, que trae estos efectos.

Me sabe mal el pleito de Benítez, que quizá midió mal sus fuerzas. Fue contratado por otros, por los viejos dueños ingleses, que le adjudicaron el papel de manager general y le respetaron como tal. Los nuevos dueños, americanos con otra mentalidad, lo ven sólo como un entrenador y consideran su pretensión de ejercer más allá de esa tarea como una impertinencia. El equívoco tardó algo en aclararse y ha dejado heridas. Así que el 0-4 de anteanoche en Marsella lo viví con alivio, porque tengo la impresión de que los dueños americanos del club están a la espera de excusa para echarle.

Pero sigue, y quién sabe si pronto le tendremos frente a uno de nuestros clubes, como cordial enemigo. A él y a sus jugadores, entre ellos el Niño Torres que, por cierto, lleva doce goles, que no está nada mal. Manolete se relame con la posibilidad de un doble enfrentamiento en octavos entre el Liverpool y el Madrid, resuelto con algún golazo del Niño Torres. Ya que no juega (aún) esta competición, sino la UEFA, el Atlético siente que juega por delegación a través del Liverpool y su colosal delantero, de sangre rojiblanca. Los bombos hablarán dentro de ocho días. Quién sabe, quizá suelten esa bomba.