Ronaldo, Ronaldinho y Cristiano Ronaldo

Ronaldo, Ronaldinho y Cristiano Ronaldo

El Barça debate sobre Ronaldinho, y no me extraña. Arrojar fuera a un jugador así es difícil. Ronaldinho es, potencialmente, el mejor jugador del mundo. Bien preparado no tiene comparación con nadie. Me atrevería a decir que a su lado Kaká es un pobre de pedir. Pero hace mucho que Ronaldinho no se entrena. Mucho, mucho. Y no he conocido en la vida caso alguno de persona que deje de trabajar por un tiempo considerable y sea capaz de volver a hacerlo con el interés y el entusiasmo requeridos. A Ronaldinho le quedan las faltas y algún pase magistral, pero el mejor Ronaldinho ya lo hemos visto.

Es duro admitirlo, pero es así. La primavera pasada tuve una larga conversación con Capello, en plena remontada del Madrid. Me dijo: "Con Ronaldo lesionado jugábamos mal, pero íbamos a dos puntos del Barça. Volvió él, jugó, y nos pusimos a ocho. Ahora se ha ido y estamos remontando". El Madrid ganó la Liga y sólo lamentó no haber tenido el valor de prescindir de Ronaldo en verano, cuando pudo hacerlo, y por más dinero. Ronaldo se fue al Milán y con un arreón de vago arrepentido marcó algunos goles el primer mes. Pero eso duró seis semanas. Después, nada. Y el Madrid es otro.

Pero el gran fútbol precisa de grandes jugadores. Esfuerzo, solidaridad, equipo, disciplina, líneas juntas... Todo eso le hace bien al fútbol. Pero estos grandes equipos necesitan también jugadores especiales, y el Madrid vuelve ahora sus ojos a otro Ronaldo, Cristiano Ronaldo, una vez convencido de que el Milán no quiere soltar a Kaká. Un genio ambidextro, con velocidad, ambición, desborde y gol. Y muy joven. El Madrid engalanaría así un equipo que funciona y hace sentirse orgullosa a su afición, pero al que le falta algo de encanto. Ojalá salga. Y ojalá rompa la tradición de inconstancia de los ronaldos.