Atletismo, 47; ciclismo, 36

Atletismo, 47; ciclismo, 36

El atletismo ha declarado oficialmente 47 casos de dopaje en 2007. Una barbaridad. Son once más que el ciclismo, un deporte estigmatizado por el dopaje. También es verdad que en el mundo hay más atletas que ciclistas. Tomando como referencia los Mundiales de ambos deportes, en el de atletismo participan 2.000 atletas de 200 países; en el de ciclismo, tanto de ruta como de pista, masculino y femenino, 650 ciclistas de 50 países. Proporcionalmente, el ciclismo dobla al atletismo en número de expedientes por positivo. No se trata de ver quién es más tramposo, sino de sacar datos para una valoración más exacta. Estos vienen a confirmar la creencia popular: el ciclismo es el deporte que más abusa del dopaje; a continuación, el atletismo.

Lo que sorprende en la lista negra del atletismo es la cantidad de franceses de origen magrebí que aparecen. También de marroquíes. Atletas que buscan mejorar sus condiciones naturales con fármacos hasta hace poco desconocidos para ellos. El dopaje ya no es sólo cuestión de los bloques más avanzados; es un problema global y que en el atletismo ha salpicado a 23 países. Ahora no se puede hablar de un dopaje de estado, sino de acciones individuales por parte de atletas de segunda línea que tratan de progresar con el dopaje en lugar de con el entrenamiento. Lo que asusta es que el caso más sonado, el de Marion Jones, haya sido por confesión propia. A los campeones, al contrario que en el ciclismo, resulta difícil pillarles.