El sorteo de la Euroliga ayer en Madrid reunió a la plana mayor del baloncesto. Europea, por supuesto, pero sobre todo española. La presencia en el bombo del Madrid, AXA Barcelona, Unicaja y Tau concedió un gran protagonismo a la ACB, cuyo presidente, Eduardo Portela, estuvo entre los asistentes. En los corrillos se habló de la Copa, de la nuestra, de esa que empieza esta semana y que es la joya de la ACB. Una joya que empieza a cotizarse cara. Del medio millón de euros que la Comunidad de Madrid pagó por organizarla el año pasado puede pasar a un millón en próximas ediciones. Esa es la intención de la ACB. A cambio ofrecería a Madrid celebrarla tres años seguidos o alternándola con otras dos ciudades en un periodo de cinco años.

La primera opción de la ACB para ofrecer la Copa a un millón de euros es Madrid porque sabe de la apuesta de su Comunidad por el baloncesto, por el éxito que supuso la Copa hace un año y porque Madrid tiene un Palacio de Deportes con un aforo de 15.000 espectadores. Pero Madrid también tiene mucho que negociar ante este ofrecimiento. Por la Copa de 2007 pagó medio mill por la Final Four de la Euroliga del próximo mes de mayo, también, con la ventaja de que se quedará el primer medio millón que se ingrese en taquilla para amortizar el canon; a partir de ahí repartirá las ganancias a medias con la Euroliga. Vistos estos antecedentes, el ofrecimiento de la Copa a Madrid no tiene visos de prosperar si no rebaja sus condiciones.