Yo tuve la suerte de jugar contra Alfredo, de conocerlo personalmente y lo tuve de técnico en Boca. Di Stéfano es la bandera del fútbol de España y de alguna manera fue el que avivó a los 'gallegos' como él dice. Le dio coraje al Madrid y lo paseó por el mundo a espaldas de su personalidad. Es un 'gallego' que nunca dejó de ser argentino en España. Él vivió en España como si hubiera viviendo en Argentina y nunca perdió ese vocabulario 'lunfardo' tan característico en los argentinos. De alguna manera Alfredo está viviendo su última juventud. El mundo y el Madrid le ha puesto nuevamente como símbolo del madridismo.

Para mí, este reconocimiento que Alfredo tiene en el Madrid tiene como gran culpable a Florentino Pérez, que fue el que le devolvió la vida en el mejor club del mundo. Antes de Florentino, Di Stéfano estaba borrado y 'mi presi' le puso en su lugar. Y esto tenía que suceder porque Alfredo no se podía ir al cielo sin este reconocimiento. Este tango que le han hecho a Alfredo simboliza lo que fue como jugador: fue, es y será un tanguero. El tango y el fútbol para Alfredo van hermanados porque el fútbol que jugó fue un tango en sí. Los dos se unen en su figura porque el interpretó el fútbol como si estuviera bailando un tango. ¡Cómo jugaba y cómo lo bailaba!