Sangre vasca no, domicilio sí

Siempre he sido partidario de que el Athletic no delimite en un papel las condiciones para vestir su camiseta, que bastaba con el criterio de quien dirija al club, pero empiezo a pensar que los socios tienen que acotar un terreno peligroso. Se empezó con futbolistas nacidos en la geografía vasca, lo que impidió por ejemplo a Pereda ser león. De vez en cuando (Oceja), se hacía la vista gorda. A algunos no les ha bastado con la sangre de las venas. Ahí están el zaragocista Óscar y Kepa, a quien Macua dio esquinazo al notar que su acento andaluz era un hándicap para las urnas. Ambos tienen madre vizcaína y no pueden jugar en el Athletic. Otros con tal descendencia sí han colado (Mario Bermejo).

Vale con formarse en clubes del mapa rojiblanco. Eso sí, jovencitos. Con 15 años, Saborit, catalán por los cuatro costados, encaja en el puzzle. Juegue a partir de junio en el Alavés o se forme en Lezama. Curioso es que quien maneja los hilos en la cantera hable de cientos de casos similares, incluso le equipare con un Valverde que llegó a Vitoria al poco tiempo de nacer. Que se aplique el mexicano Carlos Vela. Con 18 años y jugando en Osasuna... Quién sabe.