El futuro ya ha llegado

El futuro ya ha llegado

La idea es fascinante y exprime el concepto de democracia: todos deciden todo. El sistema es innovador porque el poder del pueblo se adapta a los nuevos tiempos y a las últimas tecnologías. Depositar el voto en una urna es un gesto anticuado y muy poco ecológico. Y hacerlo cada cuatro años resulta insoportable. El mundo cambia más rápido y nuestra opinión también. Vale para el fútbol y para la política: si los dirigentes hablan cada día no estaría mal que los aficionados/ciudadanos lo hicieran cada dos. O cada tres.

El asunto roza con la utopía. Eso nos dirán. Un entrenador (o un gobernante) no puede estar condicionado por las veleidades semanales de mil o un millón. Mejor, supongo, que se someta a sus propias veleidades. Error. Si el pueblo (los socios, los votantes, la gente) elige representantes de cualquier tipo y en plazo determinado es porque su capacidad de maniobra está limitada. No caben veinte millones de personas en el Parlamento ni 80.000 en el yate de un presidente que negocia un fichaje. Pero ahora es distinto: basta un clic.

Yla gente no es tonta. No creo que la alineación propuesta a Schuster desde ese mundo virtual fuera muy distinta a la acostumbrada. Se recomendaría, tal vez, la participación de Soldado, del mismo modo que en la Selección hubiéramos acabado con el debate sobre Raúl, porque el respetable ya habría decidido. El respetable. Esa masa invisible que el poder invoca como fuente de inspiración por fin puede contestar. Con un clic.