La historia se repite y la de los técnicos que contrata ese tahúr del Sur de Madrid llamado Ángel Torres va camino de convertirse en el serial de más éxito en España. Las cámaras de Cuatro captaron la resignación cristiana de Clemente en su arruinado estreno murciano ante el Geta, cuando tras encajar uno de los goles azulones se volvió al banquillo, se dirigió a su ayudante Vidakovic y exclamó: "¡Es que ellos juegan bien, sí, juegan bien!". Palabra del de Barakaldo. Sí, este Getafe de Laudrup, de Milla, de Jensen y Larsen juega de película, sello propio a la suma de tres proyectos.

Cuando Schuster cogió el testigo de Quique, llegó, vio y dijo a los chicos: "Tenéis cogidos los mecanismos defensivos, mejoremos los de ataque". Y cuando Laudrup tomó el relevo del alemán le dio un par de vueltas de tuerca a las variantes ofensivas y ordenó tocar aún a más velocidad. Sólo la plaga de lesiones del modesto en tres torneos provoca alarma: hay nueve hombres de baja y un décimo, Licht, dispuesto a partirse la nariz jugando con mascarilla. Pero es el Eurogeta. Quique triunfó y se fue al Valencia, Bernardo acabó en el Madrid y el gran danés se ganó a pulso andar ya en lenguas (son dos millones de euros). Quique, Schuster, ¿Laudrup?... Siempre nos quedará Torres.