Jordi Pujol diría "esto no toca" a todos los asuntos que observo, cuando resulta que el Mallorca tiene 37 puntos, no está salvado y se enfrenta en el momento más duro de la temporada al Valencia, Real Madrid y Sevilla. Que si Ramis no aclara su renovación, que si el presidente Grande le dice a Moyá que quiere renovarle, que si Manzano afirma que Jonás se negó a jugar un partido. Parece que en Son Moix no son conscientes de que un mal paso y el equipo se mete de nuevo en problemas. Pero lo más surrealista de todo esto es la supuesta grave acusación hecha por el técnico en una reciente entrevista en la televisión autonómica en la que afirma que Jonás se negó a jugar contra el Madrid en la primera vuelta. Según parece, este fue el asunto de conversación ayer entre técnico y jugador. Dice Jonás que Manzano le explicó que no entendió bien la pregunta que le hicieron en catalán en la famosa entrevista.

Está siendo un año muy complicado para Jonás y el Mallorca. Su caso es de los más difíciles de la historia del club, y ha habido unos cuantos (los culebrones de Etoo fueron épicos), porque las condiciones especiales de su contrato, compartido con Vélez, lo complican todo. Jonás estaba haciendo una gran temporada hasta su frustrado traspaso al Portsmouth en enero. Luego su rendimiento ha sido muy bajo. Manzano le quitó al descanso del partido ante el Valladolid, luego le dejó tres partidos en el banquillo hasta los dos últimos que ha jugado de inicio ante Espanyol y Deportivo.