Si la historia de Armando se cataloga como un cuento de hadas, tres cuartos de lo mismo cabe decir de la que vive Koikili. Sus breves experiencias en el seno del Athletic poseen un denominador común evidente: ambos han superado con creces las expectativas que planeaban sobre su suerte en el equipo. Ahora es el portero quien acapara los focos, pero únicamente porque su llegada es más reciente y obtiene un mayor impacto. En cambio, todos nos hemos acostumbrado desde hace meses a la participación y el protagonismo del lateral zurdo, lo cual repercute en el eco que genera su circunstancia. Se ve como algo normal que Koikili actúe de titular porque acumula 22 partidos, todos de Liga salvo uno de Copa. Es uno más, como Iraola o Javi Martínez.

Haber logrado semejante status es básicamente mérito de Koikili, si bien han concurrido otros factores. Claro que él se ha limitado a estar preparado y a cumplir con su trabajo cada vez que Caparrós ha reclamado sus servicios, pero a nadie se le escapa que si Del Horno se hubiera movido en idénticos parámetros, a estas alturas la historia sería bien distinta. Por todo ello, se entiende que ayer en rueda de prensa, Koikili fuese bombardeado a preguntas en torno a su repentina suplencia en marzo. El de Otxandio tiró de sentido común para responder. Quien no responde es Del Horno porque sencillamente no ofrece ruedas de prensa, con el consentimiento del club. Pero lo dicho, Koikili no habla sólo en la sala de prensa, también lo hace sobre la hierba.