Todo a una carta con el Recre

Todo a una carta con el Recre

Sólo un puntito. Un empate que deja las cosas exactamente igual que estaban hace una semana y que convierte en definitivo el partido de este sábado frente al Recreativo. Ahí se va a ventilar el futuro del Zaragoza, aunque queden todavía cinco jornadas más. El equipo aún respira, pero sigue gravísimo, en la unidad de cuidados intensivos de la Liga, agarrándose a la vida sin muchos argumentos. Quiere vivir y no sabe cómo, y se lo va a jugar todo en la final (finalísima) ante el Recre. Todavía hay cuatro o cinco equipos que no están matemáticamente salvados, pero el rival con mayúsculas y casi el único es el Recreativo. Un triunfo permitiría al Zaragoza rebasar la frontera del descenso, pero cualquier otro resultado lo acabaría de condenar a Segunda.

Lo cierto es que no hay muchos motivos para el optimismo. El Zaragoza tuvo en Getafe el mismo fútbol de siempre (es decir, ninguno), aunque su aplicación defensiva fue esta vez notable. Y eso le permitió mantener la portería a cero, algo que no sucedía desde hace diez jornadas. Y poco más, porque Diego Milito está muy solo arriba y gafado ante el gol. Y porque Matuzalem, el de mayor talento, fue injustamente expulsado. Hay que seguir rezando.