Se va un ángel y aterriza otro

Se va un ángel y aterriza otro

Se nos marchó Giovanni De Biasi, ese soplo de aire fresco en medio de la putrefacta situación del Levante. Sólo el entrenador italiano nos ha alegrado el año. Sólo él ha sido capaz de reactivar a la grada y de dejarnos para el recuerdo partidos, imágenes y gestos para la historia. En la memoria del levantinismo siempre tendrá un lugar de privilegio, sus celebraciones en Almería, Murcia o Sevilla, haciendo piña con sus hombres, emocionaron a todos y su buena labor llamó la atención de muchos clubes, a los que se ha anticipado el Toro. Su Toro, al que ascendió, mantuvo y ahora salvará. El gran Gianni tiene las puertas de España abiertas de par en par. Ojalá fuera para regresar al conjunto granota, donde unos dirigentes penosos le han amargado la existencia a base de mentiras continuadas. A ver si ellos son los siguientes en irse, aunque me da que sólo saldrán cuando los tiren.

Tras ese ángel italiano que ha logrado volar de este infierno, le llega el turno a otro. Jose Ángel, Ángel es apellido, es una auténtica enciclopedia viviente, uno de esos genios anónimos curtidos en el fútbol modesto a los que, por diversas circunstancias, nunca le abrieron las puertas de la fama. Estos partidos serán un regalo envenenado, pero regalo al fin y al cabo para coronar una trayectoria envidiable, pese a muchos. Felicidades sinceras, amigo.