Crónica de un traspaso anunciado

Crónica de un traspaso anunciado

Si hay un secreto a voces en el Deportivo, ése es la venta de Coloccini. El argentino es el principal activo de un Lendoiro muy necesitado de euros, y la única duda era el cuándo y a dónde. El destino ya se conoce: Barcelona. Que iba a ser un grande, estaba claro. La trayectoria del argentino, pero sobre todo su enorme temporada, no podían tener otro final. Todavía no se conoce el precio exacto, pero no sé porqué me da que Laporta va a tener que rascarse el bolsillo. El Barça es una nave a la deriva y ya se sabe que el presidente lo soluciona a base de talonario. Ya saben, la ilusión de los fichajes. Un par de datos. El año pasado, antes de la revalorización del Colo, Lendoiro pedía 9 millones y Laporta pagaba por esas fechas 20 por Milito. Hagan cuentas.

La venta de Coloccini no es traumática, más bien estaba pactada con el jugador, como se hizo el año pasado con Andrade. El futbolista da un salto en su carrera, el Barça se refuerza con un pedazo de central y el Deportivo tendrá cash para mantener la base del equipo: negocio redondo para todos. Así, Coloccini no sólo deja en A Coruña una temporada para enmarcar, también abre la puerta a la continuidad de Filipe, Lafita y Willy; además, de 'pagar' algún que otro plazo de los cuantiosos créditos que ahogan al club. Desde el fiasco ante el Oporto, la política de vender un crack por año para sobrevivir no ha faltado a su cita. La nueva fórmula de Lendoiro funciona. El siguiente de la lista es Guardado, pero al ritmo al que crecen algunos jóvenes, a lo mejor hay sorpresa.