El Madrid y la añoranza de un galáctico

El Madrid y la añoranza de un galáctico

El Madrid aún no es feliz. Va por su segunda Liga consecutiva (hace dieciocho años que no lo conseguía), ve al Barça en plena confusión, abocado a hacer el mismo cambio (difícil) que él mismo acaba de hacer, tiene un equipo joven llamado a mejorar en los próximos años (Pepe, Sneijder, Sergio Ramos, Gago, Robben, Higuaín...) pero no se siente pleno. Le falta algún galáctico. Se quiera o no, hay jugadores cuyo destello mejora el aspecto del club que los disfruta. Y que son capaces de hacer algo más en los trances muy difíciles. Generan ilusión, dan prestigio, hacen que el club parezca más. Cualquier club.

Claro, que no hay que abusar. Ya se vio con el florentinato cómo la excesiva acumulación de galácticos corrompe el sistema. Se ha vuelto a ver en el Barça, que ha pisado una por una las huellas del Madrid para acabar igual. Muchos no, pues, pero al menos uno, sí. La afición lo demanda en estos grandes clubes, y Calderón lo añora, desde luego. Kaká no pudo ser (y su momento actual no es el mejor) pero, mientras, Cristiano Ronaldo ha emergido como el jugador del momento... si olvidamos la semifinal con el Barça. Pero dos partidos flojos no pueden desmentir una temporada tan sensacional.

Se supone que una megaestrella sí la puede digerir el grupo. Y Cristiano Ronaldo se deja querer. Al menos en ese sentido han ido sus declaraciones, un inequívoco coqueteo. Tiene ahí la final de Moscú y una oferta de renovación de un monto sin precedentes en el fútbol, que le ofrece Ferguson. Pero no la firma, le da achares a Ferguson y le pone ojitos al Madrid, que a su vez está dispuesto a cualquier esfuerzo si de verdad se pone a tiro. Es lo que le falta: un galáctico para rematar un equipo que ya es bueno. Yo no tengo pronóstico sobre cómo acabará esto, pero empiezo a pensar al menos que hay partido.