Habla Iván, toca escuchar

Habla Iván, toca escuchar

Escuchar/leer a Helguera es un ejercicio interesante, un alivio en este mundillo porque es una sucesión de reflexiones acertadas y, lo más importante, argumentadas, algo que se suele echar en falta en el fútbol, plagado de lecturas superficiales, tópicos y medias verdades. Detrás de esa apariencia vacilona, el cántabro deja perlas en cada respuesta y lo demostró en el Encuentro con los Ases al que asistió antes de la final de Copa. Lo vuelve a hacer en esta entrevista y es que lo suyo no es casual, es su manera de entender la vida, yendo con la verdad por delante aunque resulte incómoda para algunos. Koeman fue el último que se molestó al escucharlo, antes le pasó a Florentino, y se lo hizo pagar con la suplencia. Peor para el holandés, que necesitaba adeptos a su causa y sólo hacía que desprenderse de los mejores. Iván no dudó, en un foro valencianista como la Universidad, en desear que el Madrid ganase la Liga, pero para los cortos de mente, su gesto arrodillado en la noche del miércoles celebrando la permanencia tira por tierra cualquier discurso simplista de "jugadores mercenarios".

La explicación de la gravedad de descender, su comparación, nada menos, que con las finales de Champions, la crítica a la Federación por situaciones como la del Levante... todos esos razonamientos tienen luego su reflejo cuando juega, porque esa inteligencia no se pierde cuando se salta al campo. ¿Qué no ha sido su mejor año? Seguro, el físico se va perdiendo, pero la cabeza, la lucidez, permanece para siempre.