No dudemos de nuestro estilo

No dudemos de nuestro estilo

Cada vez que a España le sale un partido poco convincente, saltan las sospechas contra el tiqui-taca. Ya saben que es lo que llamamos tiqui-taca: el estilo de juego de combinación reiterada, toque en el medio campo sin arriesgar la posesión más que cuando se ve posibilidad clara de hacer daño. Un modelo de juego pausado, a veces tedioso, pero que juega con la paciencia y los nervios del rival. Un plan que se podría definir así: la jugada no hay que forzarla, aparece sola, al mover el balón se mueven los defensas y van dejando fisuras, y de repente aparece el hueco. Sólo consiste en verlo y meter el balón en él.

Es un fútbol elaborado, armonioso, podríamos definirlo un poco pretenciosamente como culto, pero no es del gusto de todo el mundo. Hay un fútbol que en general gusta más, el de arrebato, el de ataque frontal, el de la urgencia y el ataque trepidante. Un fútbol que ofrece más emoción, que levanta más al público de los asientos, que consigue mayores audiencias en televisión, que se agradece más. No es necesariamente ni mejor ni peor fútbol que el otro. Es otro fútbol. Sólo que el que España practica es el del toque, a mi juicio acertadamente porque los mejores futbolistas que tiene se adecuan a ese modelo.

Hablo de Xavi, de Iniesta y unos cuantos más. Jugadores pequeños, que no lucen por su carrera, por su potencia de salto, por su pegada, sino por su buen manejo del balón. Son los mejores futbolistas que hay en España, y no sólo eso, son excelentes futbolistas dicho sea en términos absolutos. Por eso encuentro sensato que el estilo de nuestra Selección obedezca a sus características. Por eso y porque nada demuestra que este modelo de fútbol dé peores resultados que otros modelos. Ahí están esas 14 victorias y dos empates con que llegamos a la fase final. No dudemos de nuestro estilo. Es lo mejor que tenemos.