Habrá otras carreras favorables

Habrá otras carreras favorables

Durante toda la temporada, a fuerza de varapalos, hemos descubierto que esperar un buen resultado de Alonso en 2008 estaba más cerca de la utopía que de la realidad. También sabíamos que, si se presentaba la oportunidad, vendría de la mano de una concatenación de circunstancias favorables que permitieran al Renault ser competitivo frente a sus rivales. Unas circunstancias que se dieron ayer... pero que el asturiano no pudo aprovechar. Quizá nunca sabremos si fue antes el huevo o la gallina, o lo que es lo mismo, si Fernando se salió por una avería o el cambio se rompió por el accidente del piloto.

Eso ya da lo mismo, porque tampoco nos alivia de la decepción de pasar del sueño del podio a la pesadilla del abandono. Siendo positivos, lo mejor que podemos pensar tras la carrera de Canadá es que los milagros existen en la F-1, que es posible que los favoritos fallen en bloque y que, sólo entonces, el talento del bicampeón nos reconciliará con la dulzura del éxito. El gran lío que se montó ayer en Montreal en sólo unos instantes es la mejor muestra de que, al menos en el deporte, nada está escrito, así que lo mejor que podemos hacer es confiar en que habrá otras carreras favorables. No desesperemos, nos quedan once grandes premios por delante y seguro que en alguno mojamos...