Él cambió de nuevo la historia

Él cambió de nuevo la historia

Como me dijo una vez mi abuelo Fernando (glorioso hincha del histórico Athletic de Bilbao de Zarra y Gainza), a la gente que sabe de fútbol "hay que saber escucharla". Cuando hace año y medio el Madrid parecía caer en la zozobra con el proyecto Capello haciendo aguas y Calderón discutido hasta en la cafetería de su casa, Mijatovic era la diana de todas las dudas. Me harté de discutir con madridistas, que se empeñaban en discutir la claridad de la gestión del director deportivo hasta el punto de dudar de la honestidad de sus fichajes.

Un día me senté con él en una mesa del Donostiarra y le miré a los ojos: "Pedja, creo ciegamente en ti, pero necesito que el tiempo te dé la razón". El héroe de la Séptima me respondió sin titubeos: "Lo hará, amigo. Dentro de unos meses todos hablarán bien de gente como Higuaín, Gago, Diarra, Van Nistelrooy o Cannavaro. Tengo mi vida resuelta, Tomás, y sólo he venido aquí a ayudar al Madrid. Ya lo verás". Cuando el pasado verano fichó a Sneijder en su ciudad talismán, Amsterdam, me anticipó que sería la estrella de la presente Eurocopa. Y qué les voy a decir de Pepe que no sepan...

Llega la hora de rendir pleitesía a Mijatovic. Un tipo que sabe de fútbol y que ha sabido captar jóvenes estrellas que a corto plazo van a tener precio de beluga. Conviene ser justos con el hombre que cambió la historia del Madrid en 1998 y que ha repetido faena diez años después. Además, supo limpiar el clima de un vestuario viciado y acomodado dando 19 bajas e incorporando en nómina a 21 nuevos futbolistas. El nuevo Madrid es una familia y una piña unida. El gran Pedja es uno de los 'culpables' de este bendito milagro.