La pregunta está en la calle: "¿Vamos a traer a Cristiano?". El madridismo tiene un ojo en la Euro y otro en el portugués. Está la parroquia blanca en un sin vivir y no hay más pistas que las muy fiables que les ofrece AS. Y guiados por ellas, yo me atrevería a pronosticar que 'si no es gol, va a dar en el mismísimo poste'. Cristiano quiere jugar en el Madrid, ha plantado con descaro a Ferguson ("no me importa que se enfade"), se ha marchado de vacaciones y no le apreciamos urgencia alguna por operarse de esas molestias en el tobillo. Es decir, no tiene prisa por ponerse en forma aunque el Manchester empezará a trabajar en julio.

Calderón lo tiene todo de cara para conseguir el magno fichaje. La operación es delicada, de pura cirugía financiero-deportiva. El Manchester se hace el distraído, pero Jorge Mendes, agente de Cristiano, es figura clave para que Mijatovic pueda dar el paso definitivo. Desde el punto de vista 'oficial', Calderón está llevando el 'caso Cristiano' con habilidad. El presidente está adoptando una postura inteligente y señorial, alejado de situaciones comprometidas. Y Cristiano tranquilo, al sol.