Valverde toma el relevo de La Roja

Valverde toma el relevo de La Roja

Julio es para mí el mes del Tour, y lo es hasta tal punto que a veces me imagino que las bicicletas, el verano, la televisión y hasta Francia misma se inventaron para el Tour. O, al menos, que sin el Tour no hubieran alcanzado su expresión más completa. Este año, Teledeporte va a dar todas las etapas íntegras, esfuerzo que se agradece. Carlos de Andrés y Perico tienen oficio para eso y para más, así que aunque a veces les costará, seguro que van a llenar tan amplio horario con juicios acertados y observaciones interesantes. Ayer dieron la muestra: llegaron a la meta tan íntegros como Alejandro Valverde.

Porque esa es otra: nada más empezar el Tour ya se ha metido de lleno en nuestras casas con ese primer 'maillot' amarillo para Valverde, ganado a pulso en una subida larga y agónica, de un kilómetro, en la que Carlos de Andrés y Perico estuvieron bien atentos a Valverde, como a Freire. "No se le ve, se ha quedado muy atrás", decían primero. "¡Por ahí aparece, al fondo!", anunciaron esperanzados. Mientras, héroes destinados al martirio iban saltando de uno en uno, quemando sus últimos cartuchos. Hasta que, "¡Ahí salta! ¡Cómo viene! ¡Va a ganar!". Y en efecto, ganó en una hermosa llegada. Y se viste de amarillo.

Los españoles solemos quejarnos de la primera semana del Tour. Demasiado llana, demasiado larga, demasiado monótona, solemos comentar. En España nos gusta el ciclismo de montaña. Ese ciclismo largo, paciente, de tácticas, abanicos y sprints finales no ha calado aquí, aunque ya nos llega, porque tenemos buenos especialistas. Pero este año Valverde nos ha metido en el Tour desde la primera semana, desde el primer día. Ya es líder. El martes hay una contrarreloj. Ya hasta me pregunto si podrá ganar el Tour vestido de amarillo de punta a cabo. En todo caso, lo va a disputar. Viva julio y viva el Tour.