L'Equipe empieza a especular ya con quién puede ganar el Balón de Oro este año, y en su baraja ha colocado a Casillas y al Niño Torres, a éste como primero de la lista. No es baladí. El Balón de Oro lo concede France Football, que viene a ser como una extensión de L'Equipe. Pertenecen a la misma empresa, están juntos en el mismo edificio y han compartido desde siempre la aventura europea. L'Equipe creó la Copa de Europa y de aquel mismo año (1956) data la elección por France Football del mejor jugador del fútbol europeo. Que Torres y Casillas estén en esa primera relación es importante.

El Balón de Oro tiene prestigio y es otra de las asignaturas pendientes del fútbol español. Lo ganó Luis Suárez en 1960, y desde entonces no hemos repetido. Demasiado lejano, en el tiempo y también porque Suárez completó su carrera en Italia. El madridismo tiene como una afrenta la falta de ese premio para Raúl, que en su mejor año se quedó con el de plata, por detrás de Owen. A Raúl le faltó siempre lo que ahora estos dos sí han tenido: un gran éxito con su selección. En los años pares, el gran escaparate es el Mundial o la Eurocopa. Esa había sido siempre la pata coja del fútbol español. Ahora ya no es así.

Casillas tuvo su gran noche ante Italia, con el simbolismo de tener enfrente justo a Buffon, al que batió indirectamente en la tanda de penaltis. Es la joya de su gran campeonato, que une a tantas buenas campañas en el Madrid. Sólo que este campeonato, por la exposición que supone, le vale tanto en prestigio internacional como todo lo que hizo antes. En cuanto a Torres, la Premier y sus muchos goles en ella ya son un plus, porque tiene un prestigio tremendo. Pero sobre todo fue el mejor jugador de la final, y el autor del gol del triunfo. En fin: que este año puede ser. Quizá Luis Suárez deje de estar solo.