El Barça de Pep Guardiola no había disputado nada todavía ante rivales de peso mayor, por decirlo con el verso popular canario. Y el Boca era un rival de peso mayor. Puso en evidencia los fallos defensivos del Barça, y demostró pronto que Pinto es un buen suplente de Valdés, para lo bueno y para lo malo. Tuvo una buena parada, para empezar, pero por poco mete al equipo en números rojos al fallar un saque. Esos agujeros defensivos, que son heredados, lastran al Barça hasta cuando ataca. Por ese agujero entró el gol de Boca, pero Puyol y Etoo se vengaron. Y en el ataque el equipo azulgrana empezó como si estuviera haciendo la reválida.

Las cosas ya van en serio. La temporada ha empezado ya, pero no empezó ante el Wisla, a pesar de que ahí había competici comenzó ante el Boca, un equipo hecho y derecho que demandaba del Barça una respuesta adulta, contundente, definitiva. No la hubo. En el medio campo hirió la indecisión que se produce cuando faltan el magisterio de Xavi y de Iniesta, y eso que Gudjohnsen se ha empeñado en hacer olvidar la que ha sido la tónica de sus singladuras anteriores. Me gustó ver a Henry dándole consejos a Bojan. El jovencísimo delantero de Urgell está en una situación más endeble que en su titularidad pasada. Es curioso que pase eso cuando es llamado al seleccionado nacional. Acaso le estaba dando consejos de superación. No se los dio a Busquets, que despertó la alegría a la espera de sorpresas mayores, que este año pueden venir también de un juvenil tinerfeño, Pedro. Y no Pedrito. Juega como un titular, y a los titulares hay que apearles el diminutivo. Es ya un rival de peso mayor. Como el verso isleño.