El sorprendente oro de Craviotto y Pérez

El sorprendente oro de Craviotto y Pérez

En todos los Juegos hay sorpresas. En Atenas pudieron ser la medalla de Quintanal en tiro o las dos en doma con Ferrer Salat como protagonista. En Pekín la liebre ha saltado con la victoria de la pareja Craviotto-Pérez. Sorpresa y gorda, aunque el piragüismo ya en Atenas deparó sorprendentes resultados, una vez que se apagara el escándalo por la denuncia de dos piragüistas a la Federación por una presunta incitación al dopaje. Además de las dos medallas de Cal hubo dos quintos puestos, un sexto y dos séptimos.

Ahora el balance de medallas ha sido aún mejor y el sorprendente oro de Craviotto y Pérez me deja dos lecturas. Una es la procedencia de éste. Es de Cangas de Morrazo, cuna también de Cal y Teresa Portela. Que un municipio de 24.000 habitantes haya tenido en Pekín un campeón olímpico, un doble subcampeón y una quinta clasificada demuestra que los campeones no surgen por generación espontánea, sino que son consecuencia del trabajo allá donde un club tenga a alguien a quien los niños quieran imitar.

La otra reflexión viene dada por la profesión de ambos medallistas. Son policías nacionales rebajados de servicio para que puedan entrenarse. Me parece bien, porque si queremos ganar medallas nuestros deportistas han de tener todas las facilidades para entrenarse con plena dedicación. Pero esto me recuerda aquellos regímenes de los países del Este cuyos mejores deportistas eran todos militares. El ejército se hacía cargo de ellos, les rebajaba de servicio y les ascendía si ganaban medallas. Entonces les criticábamos.