El baloncesto español, como abanderado del basket FIBA, le ha dado un nuevo aviso al comisionado de la NBA, David Stern: "La igualdad está más cerca que nunca". El pasado verano, Stern suprimió los amistosos de equipos NBA contra clubes europeos en pretemporada. Motivo básico: Unicaja (Memphis), Barça (Philadelphia) y Real Madrid (Toronto) batieron a los rivales estadounidenses y sólo Estudiantes cayó frente Memphis. Ahora, el hecho evidente de que España estuvo muy cerca de imponerse a Estados Unidos en la final olímpica es otra evidencia más de que los americanos pueden perder su corona en el deporte de la canasta.

En la final, Estados Unidos jugó al límite de potencial y con todas sus piezas. España no contó con su base titular, Calderón, y tuvo un arbitraje adverso. El milagro, aún así, estuvo cerca. En el fondo, es la lucha de Pulgarcito contra Goliat, de un país contra un continente ya que por extensión y habitantes, así ha de cifrarse la comparación entre España y USA. Esperemos que haya continuidad en el bloque que nos ha representado en Pekín y que los que se retiran, como Carlos Jiménez, tengan buen relevo. Si así ocurre, el éxtasis que nos brindaron en Pekín podrá prolongarse.