Lo que se premió en Montecarlo fue la trayectoria en la Champions. Desde este punto de vista es irreprochable la elección de Cristiano Ronaldo. El portugués fue el mejor de la pasada Copa de Europa, que acabó como campeón y como Pichichi. Cuando subió al escenario, traje de corte italiano y corte de pelo calé, me lo imaginé diciendo ante tal excelso auditorio algo así: "Ahora que estoy aquí aprovechó para decir que me gustaría jugar en el Real Madrid". Se hubiera armado la de San Quintín, con Ferguson subiéndose por las paredes. Pero no. Me quedé con las ganas.

Con las mismas ganas que se va a quedar él, Cristiano, de ganar el Balón de Oro y el FIFA Player, que no son pedreas sino premios gordos. Eso va a llegar a final de año y me consta que los jugadores de España van a arrasar. Al menos cinco de los nuestros (Iker, Puyol, Xavi, Villa y Torres, y puede que también Iniesta, Senna, Silva y Sergio Ramos) van a estar en la lista de los pre-seleccionados para el Balón de Oro. Torres, Xavi e Iker, además, parten como favoritos. Para asegurar el tiro sólo falta que aprieten de aquí a diciembre. El Balón de Oro será para uno de los nuestros, y el FIFA Player también.