Filipe, una progresión imparable

Filipe, una progresión imparable

Hace quince meses estaba casi descartado por Lotina; luego se hizo dueño y señor de la banda izquierda; más tarde estuvo a un paso de ir con Brasil a las Olimpiadas de Pek y ahora los números lo señalan como el jugador que ha ganado más peso en el Deportivo de esta temporada. La progresión de Filipe es imparable, lo que lo sitúa en la rampa de salida. La economía de Lendoiro anda bajo mínimos, lo que obliga a la venta de, al menos una o dos figuras por temporada. Coloccini sabía un año antes que cambiaría de vestuario, y la única duda a estas alturas es si el que se hará las maletas el próximo verano será Filipe o Guardado. Parece que Lendoiro deberá elegir, porque deshacerse de una vez de dos zurdos puede ser un golpe que supere una plantilla limitada por los euros. El cartel internacional lo tiene el mexicano, pero el brasileño está a un suspiro de pasar de revelación a figura.

La única duda con Filipe es que la carga de partidos no le pase factura. Lotina debería ir tirando de imaginación para encontrar una alternativa al lateral izquierdo, porque en dos meses el Depor jugará 16 partidos, y eso no lo aguanta nadie. Por el mismo motivo, por el calendario y las rotaciones, otro jugador sentenciado ha encontrado su espacio. Es Pablo Álvarez, que el año pasado, tras jugar 11 minutos, se fue cedido en enero al Racing. Esta temporada, en la que acaba contrato, lleva ya 385 minutos... y subiendo. ¿Renovará? Quién sabe, si Lendoiro dejó ir libre a Capdevila, todo es posible.