La victoria de la Juventus ha sido algo más que un resultado positivo. Ha significado el final de una pesadilla y el comienzo de un lindo sueño porque todos los aficionados y el seno de la Juve cree que el partido frente al Madrid ha sido un cruce fundamental para esta temporada. Para la Champions porque a pesar de una derrota en el Bernabéu la Juve tiene la posibilidad de clasificarse para los octavos gracias a los malos resultados del Zenit y el BATE Borisov. Pero más allá de la Champions, esta victoria sirve para borrar un mes de crisis en el cual el equipo de Ranieri no ha ganado un partido y ha perdido los últimos dos choques ligueros. El sábado está programado el derbi de Turín y la Juventus se acerca a este gran desafío con una moral distinta. Ranieri no corre peligro de ser sustituido y poco a poco está recuperando a titulares como Iaquinta, Camoranesi, y está esperando al número uno: Buffon.

La Juventus no tiene equipo para ganar la Liga, pero tampoco es un conjunto de media tabla porque el orgullo de sus veteranos y la calidad de jóvenes como Chiellini pueden darle confianza. Por eso, la Juve agradece al Madrid que le haya regalado el primer tiempo para recuperarse a nivel moral y técnico. Ahora la vuelta en el Bernabéu no será el partido de la muerte y sí un simple aunque importante examen de madurez psicológica.