Villar defiende a los árbitros en Tenerife

Villar defiende a los árbitros en Tenerife

Villar escogió Tenerife para lanzar un duro alegato de defensa a sus árbitros. Para los madridistas es un sarcasmo, puesto que fue allí donde tan mal le fue dos años sucesivos con García deLoza y Gracia Redondo. Dos ligas que con un año de diferencia volaron a Barcelona por errores arbitrales sin los cuales el campeón hubiera sido el Madrid. El Barça incluyó en las celebraciones de aquellos campeonatos la invitación del Tenerife al Gamper y la imposición de la medalla de oro y brillantes del club a Villar. Bien hecho, sí señor. De bien nacidos es ser agradecidos. 'Seny' y figura hasta la sepultura.

Así que la elección de Tenerife (precioso lugar, por otra parte) para lanzar este mensaje es poco acertada, salvo que pretenda ser justamente un cínico y monumental acto de afirmación de villarato, cosa que no creo. Por lo demás, el alegato está bien, aunque preñado de la confusa sintaxis de Villar. Está entre sus obligaciones defender a los árbitros, como está otra que cumple menos: procurar que lleguen arriba los mejores. Pero es que su control de ese colectivo, su capacidad para retenerlos leales a su causa, es para su gran baza electoral. Tener a los árbitros es tener el poder. Te permite perpetuarte.

Les hablaré de la ACB. Portela lleva aún más años presidiendo ese organismo que Villar su federación. Los dos son extraordinariamente longevos en su puesto. Los dos manejan los árbitros. En baloncesto, al revés que en fútbol, no los controla la Federación, sino su liga profesional, la ACB. Dependen de Portela. Y todos cuidan a Portela. En el fútbol no dependen de la Liga Profesional, cuyos mandatarios son fugaces. Dependen de Villar, que se perpetúa. El que tiene a los árbitros tiene el poder, porque nadie se atreve contra él. Así que Villar hace muy bien en salir a su defensa. Son su poder, su as en la manga.