Un Real Madrid sin equilibrio

Un Real Madrid sin equilibrio

Es una frase del argot de basket: "No juegan a nada". Se utiliza para equipos sin personalidad. Ni lento, ni rápido. Ni duro, ni blando. Es lo que le ocurre al Madrid. No juega a nada. Larga tarea para Joan Plaza y sus hombres, porque los problemas son múltiples y de diversa índole. Analicemos los más evidentes. Primero: falla la defensa. Con más o menos apuros el equipo suma puntos en ataque, pero encaja demasiados. Ha perdido la solidez y el espíritu guerrillero de la etapa Maljkovic. Segundo: flojea el rebote defensivo. Captura muchos en el aro rival, pero cede demasiados en el propio.

Tercero e importantísimo: perímetro ineficaz. Sequía agobiante de triples y agujeros graves en defensa, con tres bajitos muy desbordables: Raúl, Pepe Sánchez y, sobre todo, Bullock. Cuarto: jugadores que no rinden. Papadopoulos y Hamilton casi desahuciados, Hervelle desconocido (la llegada de Hosley y Massey le deja sin rol concreto), altibajos en Mumbrú y lesiones en Tomas. Sólo Reyes y Llull a gran nivel, pero este último como escolta, no como director. En resumen: falta de equilibrio. Entre juego interior y exterior. Entre ataque y defensa. Y sin equilibrio ya sabemos: porrazo en perspectiva.