No olvido su cañonazo al Sevilla

Yo lo tendría muy fácil en esta columna. Escribo que Royston Drenthe es un petardo que costó el presupuesto anual dedicado a la cantera (12 millones de euros), que Mata fue un crack maltratado que ahora es internacional con Del Bosque y que supone un insulto a Francisco Gento permitir que su carril del 11 lo ocupe ahora este afro-player atolondrado que se escurre "porque si juego con tacos largos mi rodilla está muerta...".

Pero mi condición rebelde (con o sin causa, eso te lo da criarse en las porterías de dos piedras en los descampados de mi añorado Carabanchel) me obliga a romper una lanza en favor de este Bolt con trenzas empeñado en convertir cada subida por la banda en un misterio digno del Cuarto Milenio. Pero no le pierdo la fe porque siempre lo intenta, encara, desborda y, de cuando en cuando, el centro encuentra un amigo. A los 21 años la paciencia es un tesoro. No olvido el chicharrazo que le clavó a Palop en su debut en el Bernabéu. No le condenemos por su aspecto y su carácter errático en el campo...

Eso no quita que Schuster recordase ayer que la cantera de hace tres años era "de verdad" y que no salió a flote por los Galácticos. Ya sé que en el Castilla de hoy no hay gente como Granero, Negredo, Mata, De la Red o Javi García. Pero no desmerezca usted a Bueno (muy bueno, insisto) o a los juveniles Samuel y Sarabia, dos estrellas en ciernes. Míster, atrévase usted con los 'hijos' de Valdebebas. Míchel se ha rajado y si ahora viene un holandés a llevar la cantera esto va a ser un despelote. Y un caos.