En natación no hay inferioridad

En natación no hay inferioridad

En los Juegos de Pekín nos fuimos sin medallas en atletismo y alguna justificación hay: en velocidad las copan los americanos de raza negra y en fondo, los africanos de raza negra. De Pekín también nos fuimos sin medallas en la natación, pero lo que es peor: con un solo finalista. Además hay un agravante: en la natación se podrá hablar de superioridad de los nadadores estadounidenses y australianos, pero no de la raza negra. Esta reflexión se hacen en el Consejo Superior de Deportes (CSD) y es acertada. Un español blanco, por mucho que se entrene, jamás ganará a un velocista jamaicano o a un fondista keniano de élite. En la natación, en cambio, biomecánicamente nada hace que seamos inferiores a ningún nadador de otro país.

Estos días hemos asistido a los Campeonatos de España de natación y tras el festín en los Europeos siguió la lluvia de récords. Ventaja de los bañadores aparte, nuestros nadadores están en clara progresión. Ahí quedó la plusmarca mundial de Belmonte y la segunda mejor de siempre de Wildeboer. Son marcas que otros nadadores con esos mismos bañadores podían haber hecho, pero que no han conseguido. La diferencia es la preparación. Los nuestros han dado con un buen entrenamiento y ahí están los resultados. Pues si el entrenador es básico, en el CSD están dispuestos a apostar por los mejores técnicos del mundo. Algunos los podemos tener aquí, pero no todos. Y quienes no estén, alguno vendrá. Esa será la apuesta para 2009.