Las primeras noticias sobre Lolo llegaron en 2003 porque este chico es un adelantado a su tiempo y saltó en edad juvenil al Sevilla Atlético. Ahora tiene 24, así que sabe que es su momento. Por eso este verano se dejó querer y abandonó el filial del Sevilla, donde lo único que iba a hacer ya era frenar su progresión. Lolo podría ser un futbolista tipo Arzu. O Helguera. O lo que fue Hierro en su tiempo. O como es Fazio hoy en el Pizjuán. Un chico que está a gusto como central, viendo todo el campo de batalla por delante, clarividente en el toque y con buena colocación. Pero que también es feliz de mediocentro, donde explota mejor su llegada. El chico tiene madera, fue un regalo de muy buen gusto del Sevilla, que todavía no le veía un fijo para el primer equipo.

Lolo ha dejado sello de buen futbolista en Málaga. El chico, además, es tan sincero que en la entrevista que pueden leer en esta página admite su sevillismo para justificar las ganas que le tiene al partido ante el Betis. Lo hace de una forma tan sana que resulta admirable. A mí me parece que Lolo tiene mucho margen para la progresión y lo peor es que tal vez esa sea una mala noticia para el Málaga. Porque con Mosquera depresivo, Duscher tan gris, Maresca empezando la curva descendente y otros recientes fracasos tipo Konko haciendo las maletas en Sevilla, a ver quién convence otra vez a Monchi para que lo preste otra vez. Estos hijos de cantera son el mejor enganche para calmar a la afición en tiempos de crisis. A disfrutarlo mientras dure.