Messi sólo discute con la Historia

Messi sólo discute con la Historia

Empezamos la temporada debatiendo (un poco en broma, confesémoslo) si Agüero era o no mejor que Messi. Ahora han llegado a preguntarme (ayer mismo, mis amigos de la SER), si Robben es mejor que Messi. Me parecen distracciones inofensivas, sólo eso. Hoy por hoy, el único jugador próximo a Messi que conozco, por capacidad de crear terror en las aficiones contrarias y de desequilibrar partidos, es Cristiano Ronaldo. Incluso puedo reconocer ventajas en éste: zancada, cabeceo, un gran tiro libre. Pero, superclase por superclase, Messi me parece más incontrolable. ¿Será por la última impresión? Quizá.

El caso es que hoy me parece que Messi sólo discute con la Historia, y la historia más próxima es Maradona. Aún no es tan grande, desde luego. Basta cerrar los ojos para recordar maniobras excelsas del gran Diego, que elevó al Nápoles hasta donde nunca estuvo, que ganó un Mundial no diré que solo (tenía compañeros importantes) pero poniendo con su pierna izquierda más que todos los demás con las dos. Pero eso fue avanzada su carrera. Messi tiene hoy veintiún años. ¿Qué era Maradona con veintiún años? Era ya un fenómeno, sí, pero 'recién' estaba llegando al fútbol europeo, la última escala.

Es sólo un juego, pero ése es el listón que hay que proponerle a Messi. No Agüero ni Robben, siendo éstos jugadores extraordinarios, sino Maradona, al que por otro lado tanto nos recuerda, por su fanática zurdez, por su estatura, por su arrancada, por su regate. Le falta el freno. Le falta el toque de cirujano que tuvo 'El Diego'. Le falta un poquito de panorama. Pero con veintiún años, y criado en una escuela como la del Barça, curtido desde hace ya tiempo en los desafíos superiores del fútbol europeo, sólo admite, hoy por hoy, una frontera en la que fijarse: la Historia. O sea, Diego Armando Maradona.