Kratochvilova fue la primera

Kratochvilova fue la primera

Si hay un deporte elemental, ése es el atletismo. No hay más juez que el crono y el metro. Certifican la mejora del ser humano y gracias a la cronología de los récords es fácil situar en cada periodo cuándo el tartán enterró a la ceniza, el estilo fosbury al rodillo o la pértiga de fibra a la de bambú, cuándo irrumpieron los atletas africanos sobre la pista y hasta cuándo aparecieron las distintas sustancias dopantes. Sobre éstas quiero hablar ahora que Jarmila Kratochvilova ha pasado a la historia como la plusmarquista más longeva. Hay récords que cantan y uno es éste. Por algo su época coincidió con la época más tenebrosa del dopaje, sobre todo en los países de la Europa del Este donde se practicaba un auténtico dopaje de Estado.

Fue el récord de Kratochvilova, pero también el de Marita Koch en 400 metros dos años después, los de lanzamientos y, para terminar el ciclo, en 100 y 200 los de Florence Griffith, fallecida repentinamente tras su retirada. Récords que a partir de 1988 se dejaron de establecer, coincidiendo con la detección en los laboratorios de los potentes anabolizantes que se utilizaban en la época. El positivo de Ben Johnson y su juicio sumarísimo sirvió de advertencia para poner fin a los abusos que se cometían. Se ganó una batalla pero no la guerra. Luego vinieron las chinas en 1993 y después los fondistas con la aparición de la EPO. Es algo que se puede apreciar con facilidad en la lista de los récords. Kratochvilova sólo fue la primera.