Lo bueno hay que buscarlo

Lo bueno hay que buscarlo

En las primeras fases de los mundiales hay que espigar un poco en los programas para acertar con los mejores partidos. Por ejemplo, un España-Kuwait resulta intrascendente para un aficionado exigente que busque algo más que el triunfo de los nuestros, que se supone llegará por su propia dinámica. Por eso, como entrenador del Barcelona, por la necesidad de conocer y por la renovación constante como técnico, para la jornada de ayer elegí acercarme a Varazdin, al norte de Zagreb, con peor temperatura que Split pero con mejor oferta sobre el papel. Pues bien, el Alemania-Rusia no me defraudó, y más con el sorprendente empate final de los rusos, que le dieron un revolcón a los teutones. Alemania jugó mejor que contra España en Algeciras, dominó de la mano de Pascal Hens y de Jensen, y cuando tenía dos puntos en el bolsillo porque superaba bien el 6-0 ruso, zas. Pajarón y empate entre dos selecciones que, sin ser las de sus mejores épocas, lo mismo están peleando contra España en las semifinales.

Técnico del FC Barcelona Borges.