Cumpleaños feliz para un tipo sensato

Cumpleaños feliz para un tipo sensato

Hizo 38 y lo celebró con los suyos, se supone. Haciendo historia en el banquillo, triturando números en la Liga y haciendo temblar a Europa, Pep Guardiola asume su rol de encajador, previendo el habitual bajón por el que pasan los equipos terrestres. Pero todo lo que está plasmando este Barça es anormal, tan diferente como bonito, tan sensacional como extraordinario, tan jugoso como exquisito.

Guardiola sabe un rato de esto. Ya lo demostró cuando era aquel jugador flacucho, líder, y tan expresivo como talentoso. Johan Cruyff lo mató bajándolo al filial tras debutar con el primer equipo; jugó entonces con el Barça B en Sabadell y culminó una jugada con una vaselina sensacional desde fuera del área que le valió al ahora consejero de Joan Laporta para devolverlo con los mayores. De aquello ya pasó mucho tiempo, pero a Pep se le quedó grabado en su cabeza y ahora lo pone en práctica. Evidentemente, con el equipo en forma, rodando como nunca, sin lesiones importantes (se arrastra del año pasado la de Gabi Milito), debe hacer descartes, aparentemente bien aceptados por la totalidad de la plantilla. Y ese es uno de los triunfos de Pep, un tipo sensato que ayer cumplió años.