Todo parece indicar que Juanjo se queda, que no va a ir cedido a ningún equipo. Y es un error. Perjudica al club y, sobretodo, al jugador. Cierto es que la decisión es únicamente de Muñiz, que el club era partidario de la cesión. Y se mire por donde se mire, no tiene sentido. Si alguien en el club puede todavía parar esta decisión y retomar las negociaciones para que el de Ontaneda se pueda a ir a un equipo de Segunda, todavía está a tiempo, quedan 48 horas para que se cierre el mercado. La pregunta que uno se hace es por qué Muñiz no le deja irse; si no cuenta con él, no juega, y tiene por delante a Zigic, Tchité, Pereira e incluso, Toni Moral, que jugó en Valencia de titular cuando no estaban ni el serbio ni el congoleño. No lo entiendo. Tener a un chaval de 23 años en la grada, cuando puede tener minutos en equipos punteros de Segunda, es una decisión incomprensible. Otra historia es que no tuviese ofertas.

Pernía debería coger el toro por los cuernos y revocar la decisión del entrenador. Los intereses del club están por encima. La postura de Muñiz era lógica mientras se albergaban esperanzas de poder traspasar a Tchit entonces sí necesitaba a Juanjo, aunque sólo fuese por número. Pero ahora no, ya se sabe que por el congoleño no hay ofertas y que se queda en el club, por eso el presidente debería actuar. No hay que olvidar que Juanjo es patrimonio del Racing, que puede todavía explotar como futbolista, y que en la grada, lo único que conseguirás es devaluar al delantero.