Vistalegre presume de nuevo ídolo

Vistalegre presume de nuevo ídolo

Si en estos momentos hay un jugador que ilusione (con el permiso de Felipe Reyes, claro) a la afición de Vistalegre, ése es Sergio Llull. El base menorquín ha asumido el rol que le correspondía y, tras esperar una temporada en el banquillo, ha cogido la batuta e incluso crecido cuando el equipo más le necesitaba (Raúl López, lesionado, y Pepe Sánchez, sin minutos). Ayer, cuando el Barça poco a poco tomaba la plaza de toros, y con Raúl en el banco por un golpe, el base, que no había brillado en el primer tiempo, supo dirigir a los suyos y meter canastas, robar balones, machacar... Vamos, que lo hizo todo, incluso poner por encima al Real Madrid, algo que no había ocurrido en todo el partido.

Entrar en la Selección está bastante caro, y más con José Manuel Calderón y Ricky Rubio entre los fijos, así que sólo queda un puesto siempre que el nuevo seleccionador apueste por tres bases, y son muchos los que llaman a la puerta: Raúl López, Carlos Cabezas, Sergio Rodríguez... o Víctor Sada. Ayer, el menorquín no dio opción al base blaugrana, que terminó con -2 de valoración. El Madrid se vengó de la derrota sufrida en el Palau, al son de su nuevo grito de guerra: "Llull, Llull, Llull".