Yamaha se presenta hoy con la austeridad que exigen los tiempos que corren. Pese a ello, sin embargo, el suyo es un proyecto tan ambicioso como solvente. Representa el presente y el futuro de MotoGP. Valentino Rossi y Jorge Lorenzo, ¡menuda pareja! El más grande de la historia del Mundial y el joven heredero, el hombre llamado a tomar su relevo. La verdad es que la combinación es todo un acicate para mi curiosidad, porque tengo muchas ganas de saber si, un año más, El Doctor conseguirá mantener el tono y la motivación, mientras que Por Fuera tiene la capacidad suficiente (que es mucha) para dejar de ser el mejor rookie y afianzarse como un firme candidato al título.

Será, sin duda, un duelo apasionante. Al margen de terceros que seguramente se inmiscuirán en su pugna particular, el desafío entre estos dos compañeros de escudería tiene un morbo extraordinario. Lorenzo es ambicioso y Rossi lo sabe. Valentino es implacable y Jorge lo sabe. Ambos ya se conocen mejor que hace un año y el sueño de tener un campeón de MotoGP español sería incluso más dulce si la víctima de su coronación es nada menos que el octacampeón italiano. Pues eso, puestos a soñar hagámoslo a lo grande.