La rebelión de las masas

La rebelión de las masas

Un mal día cambia el metabolismo y descubres que es cierto, que el pan engorda. Tardas en concederle importancia porque tú eres deportista, aunque cada vez lo seas menos. Estás convencido de que, a diferencia del resto de la población, cuando te sometes a una ingesta descontrolada de alimentos tú lo quemas. Los bollos, los postres y las patatas fritas han torneado históricamente tus formas. Hasta que sobreviene, ya digo, la rebelión de las masas. El libertinaje se apodera de tu cuerpo y debes afrontar una decisión fundamental para el resto de tu vida: si abrocharte el pantalón por encima o por debajo de la barriga. Fraga o Cantinflas.

Para los futbolistas en activo, casi todos veinteañeros, la cuestión no suele ser tan trágica. Salvo glotones irredentos como Ronaldo o Cassano, la mayoría de los jugadores se mueven en la franja de los tres kilos arriba o abajo. Desde nuestra perspectiva de oblongos irrecuperables puede no parecer mucho. Pero es la diferencia entre regatear con mochila o sin ella, con una televisión en los brazos o libre de cargas. Se le puede reprochar a Juande el juego del equipo (que no los resultados), pero hay que reconocerle su preocupación por la preparación física y la alimentación. Robben vuela, Pepe planea. Los jugadores están tan afilados que pinchan. Dieta de cuerpos y hambre de títulos. La fórmula perfecta.