Llorente, el Cazorla de Del Bosque

Llorente, el Cazorla de Del Bosque

Cuando Luis Aragonés hizo internacional a Cazorla muchos se lo tomaron como una extravagancia de El Sabio. "Para competir tenemos que llevar jugadores más fuertes, más altos, más resistentes", escuché en más de una tertulia. Luego, cuando Cazorla se asentó en la Selección y, sobre todo, una vez que cuajó en la Eurocopa, el discurso había cambiado: "Es perfecto para romper los partidos. Luis ha dado en el clavo. ¡Qué vista!" Fue cuando se me vino a la cabeza una frase que hace ya años me reveló Menotti: "En fútbol no hay opiniones, hay macetas. Las macetas valen para todo. Si ganas te tiran las flores, y si pierdes te tiran el tiesto".

Algo parecido ha pasado en el caso de Fernando Llorente. Cuando Del Bosque le llamó escuché cosas así: "¿Para qué lleva al delantero de un equipo que está en posiciones de descenso? ¿Qué tendrá Del Bosque que sólo llama a los de Caparrós?". El Athletic ha salido del pozo con 10 goles de Llorente, que también le ha metido en las semis de Copa. El jugador se ha venido arriba desde que el seleccionador confió en él contra Chile. A Del Bosque (y a Toni Grande que fue quien le siguió en San Mamés y fuera y dio el informe positivo) les tocan esta vez las flores y no el tiesto.