Encontrar españoles en la alineación del Atlético ha sido una misión casi imposible. Ha habido jornadas en la que ningún jugador nacido en España ha salido en el equipo inicial. Un despropósito, porque bien está que lleguen al equipo cracks, y otro que bloqueen todas las entradas a los jugadores de casa. Abel se propone corregir este fallo si los otros problemas del equipo se lo permiten. El técnico sabe bien que hace falta una base que transmita el espíritu del club, que se pongan las pilas en los momentos difíciles. Eso se ha echado en falta en la última crisis.

Por eso Abel vuelve la vista a los españoles del equipo y mira de reojo a la cantera. Por ahí anda un buen extremo como Keko, que impresionó con la selección Sub-17 y que tiene un futuro espléndido. Y por ahí sigue un portero como De Gea, fijo en la Sub-21. El Atlético de los próximos años debería construirse con grandes cracks como el Kun y con futbolistas de la casa como ellos. La cantera del Atlético, cuyo último emblema ha sido el Niño Torres, ha dado y sigue dando jugadores de categoría. Pero conviene facilitarles el camino y no darles con la puerta en las narices cuando se acercan al primer equipo. Abel también es una esperanza para los jóvenes rojiblancos, aunque ahora tenga otras prioridades en su agenda, como el primer examen en el Calderón. Una prueba que sería dura para otros, pero no para él. El Calderón es su casa y tiene crédito de sobra. La afición no le fallará. Seguro.