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Pablo Mialdea

Pedro Leóny la vuelta a los extremos

Actualizado a

Una gran mayoría de entrenadores es de la opinión que jugar por las bandas es la manera más rápida de llegar al área contraria. Sin embargo, muy pocos son los que juegan con extremos. Quizá porque sea una especie en extinción. No abundan. En el Atlético ha habido muchos y muy buenos. Ufarte, Collar, Futre... El aficionado rojiblanco citaría de carrerilla unos cuantos, pero le costaría recordar alguno de los últimos tiempos. Más aún si lo que se pide es hablar de extremos derechos. Ufarte, el gallego que se hizo jugador en Flamengo y Corinthians, ha sido seguramente el mejor. Era el rey de la finta y el regate. Amagaba hacia adentro y salía por fuera. Todos los rivales lo sabían, pero pocas veces evitaban que sacara el centro hacia el área. Como él, ninguno, aunque haya habido muchos otros: Miguel, Juncosa, Cardona, Aguilar, Pedraza, Marcos... Ratón Ayala, en la etapa de los tres puñales, jugó ahí pero no se le puede considerar como tal.

Aguilera empezó arriba, pero pasó a lateral. Manolo también se desenvolvía por esa banda, aunque él era un rematador, un goleador: fue pichichi en la 91-92 con 27 tantos. Si llega Pedro León, será bienvenido. Muchos colchoneros ya saben de su capacidad. Un poco mingafría para algunos, pero un extremo con mucho futuro. Tiene buen regate, toque de balón, mucha calidad en los centros y pegada. Su llegada vendría a ocupar una posición que el Atlético tiene vacante desde hace tiempo, porque ni siquiera en el año del doblete había un jugador en esa demarcación. Ahí, retrasado, jugaba Caminero, que vino procedente del Valladolid. Pedro León, de veintidós años, destacó pronto en el Murcia. Sol se lo quiso llevar al Chelsea antes de que recalara en el Levante, pero al final no salió la aventura de la Premier. El Atlético, si ficha a este jugador tan prometedor, acertará. Claro, habrá que saber si Abel, o el entrenador que venga, quiere jugar con extremos.