El caso de Omar Bravo se estaba enquistando de forma peligrosa. Lotina se estaba desgastando con su postura, la moral del futbolista no paraba de bajar enteros, y la marea incluso podía subir y afectar al vestuario. La negociación, a estas alturas de temporada, ha sido demasiado larga, pero al fin ha llegado a buen puerto... y justo después de ganar al Numancia y acariciar Europa tras el palo del Aalborg. Además, es el típico negocio, o atípico según lo miren, en el que las tres partes ganan. Omar podrá convencer a Eriksson para jugar en la selecci Tigres se lleva a una gran estrella para el final de liga; y Lendoiro se embolsa una pasta por sólo tres meses de cesión.

Lo cierto es que el presidente ha firmado una semana redonda, en la que se ha sacado de la mochila el caso Barragán (ya quedan menos juicios) y ha solventado el de Omar con 500.000 dólares en el bolsillo, Tigres en dos Teresa Herrera (eso que nunca falte en ninguna negociación) y una opción de compra de 4,3 millones de dólares para el equipo de Monterrey. Si la ejerce, Lendoiro sacará un buen dinero por un jugador que fichó este verano libre; vamos, casi aquello de duros a cuatro pesetas. Y si no, recuperará a un futbolista de moral de hierro, picado por triunfar en el Deportivo y que nunca perderá su cartel en México. Esta semana al de Corcubión le toca negociar con bancos y renovaciones en su oficina de Madrid. Esperemos que siga la racha.