El Palau Blaugrana sigue siendo maldito para el Real Madrid en competición europea, aunque la contundente derrota de anoche del equipo de Joan Plaza sólo sirvió para que los de Xavi Pascual acabasen con la imbatibilidad de los madridistas en el Top 16 y con el liderato en el grupo. Pero ese liderato final aún está por decidirse. Queda una jornada y, mientras los blancos tienen un cómodo encuentro en Vistalegre ante el Alba de Berlín, los barcelonistas deberán defenderlo en el caliente Nokia Arena de Tel Aviv ante un Maccabi que no se jugará ya nada... pero que no ha olvidado lo que le ocurrió. Además de la derrota encajada, vivió el ambiente hostil de una parte de la grada del Palau, que protestó contra su país a raíz de la invasión de Gaza. Incluso hubo una invasión pacífica de la pista por parte de algunos seguidores de la causa palestina, un acto inadmisible, según los israelíes, en un evento deportivo del nivel de la Euroliga.

Es evidente que ahora el objetivo, tanto del Madrid como del Barça, es acabar primero de grupo, tener el factor pista a favor en los cuartos de final y evitar al Tau Vitoria, que sigue sumando victoria tras victoria. Frente a un Maccabi que ya está fuera de la siguiente ronda, lo normal sería que el Barça tuviese un encuentro plácido y lograse ese triunfo tan vital que precisa. No obstante, en Israel lo del ojo por ojo, diente por diente es algo que tienen muy asumido y el equipo de Pascual puede pagar los platos rotos... y el liderato.