La única debilidad del proyecto

La única debilidad del proyecto

Entre los planes deportivos que se atribuyen a Florentino sólo ha sorprendido la presencia de Ancelotti. La razón es evidente: el laureado entrenador del Milán ha terminado por ser el comandante de un equipo gastado y viejo, protagonista de un galacticidio tardío. La candidatura de Ancelotti sólo se entiende si es una compensación que se cobra Berlusconi por el traspaso de Kaká. 'Te vendo a mi estrella, pero te coloco al fiel Carlo'. Algo así.

El problema es que la afición valora poco a Ancelotti y dudo de que Florentino afronte el desembarco con el rechazo general a uno de los pilares de su proyecto. Descartado el italiano, ganarían enteros Wenger y Pellegrini. El francés ha perdido foco, pero le favorece su relación casi paternal con Cesc, también pretendido; las opciones del uruguayo crecen por su conocimiento de la Liga y su gestión del vestuario.

El asunto es complicado porque los técnicos preferidos por la afición son, por una u otra razón, implanteables. Benítez, el favorito, reclamaría rango de ministro y chocaría con Valdano. Como Mourinho. Me ahorraré la incompatibilidad de Guardiola, Del Bosque o Ferguson. La conclusión es que habrá consenso con los fichajes, pero no con el entrenador. Y por ahí se desliza la única debilidad del plan Florentino.